El suelo pélvico es una unidad funcional formada por un conjunto de músculos, ligamentos, fascias, vasos sanguíneos y nervios que cierran la cavidad abdominal en su porción inferior. Permitiendo el paso a través suyo de la uretra, la vagina y el recto.
Está formado en un 75-80% por tejido conjuntivo y solo un 20-25% es musculatura. Esto es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de tratarlo porque habrá un componente hormonal, de alimentación, de hábitos… que tendremos que abordar sí o sí para que la recuperación de la disfunción que queremos mejorar sea más efectiva.
¿Y para qué sirve el suelo pélvico?
El suelo pélvico tiene diferentes funciones:
- Sostiene las asas intestinales, sostiene y fija la posición de la vejiga, el útero, la vagina y el recto
- Contribuye a la continencia urinaria, fecal y de gases
- Participa en la calidad de las relaciones sexuales
- Participa en el proceso de parto ayudando a que la cabeza del feto rote y produce una contracción refleja en el útero que provoca en la embarazada el deseo de pujar.
- Contribuye a la estabilidad lumbar y al mantenimiento de la correcta presión intraabdominal.
Las disfunciones del suelo pélvico pueden ocasionar sintomatología muy diversa como, por ejemplo:
- Incontinencia urinaria, de gases o heces
- Dolor en las relaciones sexuales o dispareunia
- Prolapso de órganos pélvicos (POP)
- Urgencia miccional
- Sintomatología de cistitis o infecciones vaginales de repetición
- Estreñimiento
- Hemorroides o fisuras anales
- Disminución del placer durante las relaciones sexuales
- Dolor en cóccix o coccigodinia
¿Cómo prevenir los problemas asociados al mal funcionamiento del suelo pélvico?
En primer lugar quiero nombrar un dicho muy conocido que resume a la perfección este apartado: “Más vale prevenir que curar”…
Hay diferentes etapas en la vida de una mujer donde sería conveniente, por no decir necesario, que se realizara una revisión de suelo pélvico con un/a fisioterapeuta especializado/a.
Esta etapas son:
- Previamente a la búsqueda de un embarazo: Es muy interesante que te realices una valoración de suelo pélvico si estás pensando o intentando quedarte embarazada. De este modo podemos apreciar si hay alguna alteración y corregirla antes para que tu cuerpo esté lo mejor preparado posible para afrontar esos 9 meses.
- Durante el Embarazo: Se puede empezar a partir de la semana 12 de gestación. No solo se valora el estado del suelo pélvico si no también la postura, el abdomen, el diafragma… y se aprenden ejercicios que te ayudarán a mantenerte bien durante el embarazo y a afrontar el parto con más seguridad.
- Postparto: Tanto si ha sido un parto vaginal o por cesárea, se recomienda realizar una revisión de suelo pélvico postparto una vez se haya cumplido la cuarentena.
- Menopausia y climaterio: En esta etapa van disminuyendo los niveles de estrógenos y esto provoca un cambio en los tejidos. Disminuye la tersura, la elasticidad, la vascularización de éstos y todo eso influye directamente en la funcionalidad del suelo pélvico, por lo que es frecuente que empiecen a aparecer síntomas asociados a esto.
Por supuesto, aunque no te encuentres en ninguna de las etapas nombradas anteriormente, si padeces de algún tipo de sintomatología que te puede hacer sospechar sobre algún tipo de disfunción de suelo pélvico, sería conveniente que te pusieras en manos de un profesional cualificado.